QUIERES QUE TE DIGA QUIEN ERES?



Nuestra querida Dama esta malita, asi que vengo yo a sustituir su natural sabiduría por un estudio sociologico de las plumillas, que puedo extender a todo aquel que desee jugar con nosotras, conmigo. 

He pasado un cuestionario de 4 preguntas a mis compis, menos a Dama, que obviamente esta ocupada con esa cosa verde que le sale de la boca.

1ª pregunta.
¿Que historia te sugiere esta foto?


Para Raquel Campos le sugiere "Me sugiere una historia ambientada en los famosos carnavales de Venecia e histórica, y añade... 
-La máscara ocultaba su rostro por completo y la peluca de cabellos blancos, ocultaba los propios rojizos. Tan solo sus rasgados ojos verdes eran visibles, y esperaba que nadie la reconociera. No podía comprometer el buen nombre y la posición de su familia. El trabajo que le acometía esa noche, era suyo. Esa venganza que nacía de su corazón despechado y le pedía su propia vendetta. " 
Creo que todos coincidiremos en que queremos esa historia.

Para Claudia Cardozo la inspira una historia de Carnaval, de misterio y con un final trágico, muerte de por medio. 

Para Julianne Mala historia de una mujer que, por dolor y presionada por el contexto, debe ocultar su verdadera esencia tras la imagen que los demás quieren tener de ella. 

Para Arman Lourenço un secuestro y grandes problemas para encontrar al o la secuestrada antes de morir

Aunque debo decir que para Lorraine Coco la historia ya esta escrita, porque le recuerda a la novela de Josephine Lys “Un disfraz para una dama”.

Es evidente que todas quieren escribir esta historia a excepción de Lorraine que prefiere leerla, porque ella con su encadenados, no quiere escribir sobre máscaras, ni venecias. 

Esto es lo que sugiere a escritoras, pero y las lectoras, ¿que pensarían de un libro que tuviera esta portada?

2ª pregunta. Si fueras Macgiver y encontraras a tu paso un rio caudaloso, ¿que harías?

Aqui se demuestra que las plumas estan un poco para allá. Si tenemos en cuenta que el rio y el agua, significan en el inconsciente los problemas que se nos presentan y la forma que tenemos de resolverlos.

Para Lorraine, Se daria un baño porque asi se le aprietan las carnes, literalmente. A esta mujer le gusta vivir bajo presión. Las que la conocemos lo sabemos, y las que no, ya os lo digo yo.

Para Arman la solución es facil, si tiene ganas nada hasta alcanzar la otra orilla, o si no sigue caminando hasta que se acabe el rio.

Sin palabras.

Julianne, es evidente que es imaginativa, ella crearía una ballesta, con una flecha atada a una cuerda y la lanzaria al otro lado del rio, y despues haría cuerding hasta alcanzar la otra orilla. 

Claudia. Más trabajadora, que aemás se ha visto todos los episodios de macgiver se hace una balsa con los troncos de los árboles más cercanos. ¡OLE!, Raquel coincide con Claudia, o al revés.

Y tú querida lector o lectora, ¿Harías algo diferente?

3º Pregunta.

¿Que libro elegirías para hacer una película?

Yo me refería a uno de los suyos, pero me hacen tanto caso, como al tio de la lista.

RaquelEl escalón 33 de Luis Zueco
 
Arman, uno de aventuras medievales pero dice que no se le ocurre ninguno. ¿?

Julianne  una versión nueva, pero clásica (aunque con las formas de edición de ahora) de "Crimen y castigo".


Lorraine La Portadora ¡oleeeeeeeeeeeeeeeeee! una que me entendió.

Claudia, de La sombra del viento de Zafón

Y las seguidoras de este blogs y sus autoras, ¿cúal de nuestros libros llevarías a la gran pantalla?.


4º pregunta.

Que aniam elegirías entre una pantera, un caballo, un perro o un gato

El animal nos define, o al menos compartimos con él parte de sus cualidades principales. Esto es una clase de seudosicologia, que no debéis prestar demasiada atención porque es un juego.

Raquel.Caballo.

Ama la libertad, pero también puede vivir "domesticada"

Julianne. Perro, dudo entre perro y caballo.

Esta muy domesticada. Es lo que hay.

Claudia. Caballo. 

Lorraine Pantera. 
Es evidente que se ve elegante, pero es una depredadora, no en el sentido de devorar al enemigo, sino de atrapar entre sus garras todo aquello que desea. 

Arman, no tenía ganas de contestar esta pregunta..


Bueno esto además de un juego, es una entrevista multiple, donde si habéis puesto atención, cosa que sin duda confio en que habréis hecho, habréis conocido un poco más de algunas de las que formamos parte de este club, el único donde Goucho Marx querría estar. 

DEL ALMA EN LOS LIBROS Y OTRAS COSAS



A veces pienso en las cosas más extrañas, y estas mismas cosas me llevan a pensar en asuntos más raros aún. Por lo general no las comparto, pero ya que este blog en particular está directamente relacionado con los libros y es un tema del que tratamos mucho por estos lares, además de que tenemos la fortuna de contar con personas que pasan por aquí que son muy talentosas y aman la lectura y escritura tanto como yo, se me ocurrió que podría comentarlo.

Con frecuencia pienso acerca de todo lo relacionado con la escritura, este gran mundo "nuevo" en el que muchos estamos involucrados y cuántas cosas se leen al respecto, todas las discusiones y diferentes puntos de vista que abundan, y me puse a pensar en que, entre esa montaña de consejos y opiniones, con poca frecuencia leo algo respecto al libro en sí, y esto es no solo curioso, sino también un poco desconcertante. Es decir, si buscamos por la red o prestamos atención a los temas que se tratan con mayor frecuencia, sin duda encontraremos montones de artículos relacionados con estrategias de publicidad, plataformas de venta, cómo hacer las portadas más bonitas y atrayentes e, incluso, y algo que encuentro siempre un poco chocante, pero que se ve mucho, y estoy consciente de que esta es una opinión muy impopular, ese afán por vendernos al protagonista de las novelas románticas como el epítome del hombre perfecto. Y ojo que a mí me encanta la idea de fantasear con el personaje de un libro; estoy perdidamente enamorada de Mr. Darcy, aunque confieso que si por escoger fuera me quedaría sin dudarlo con un devoto Coronel Brandon, además de que, cuando escribo, me gusta poner un rostro a mis personajes y resulta emocionante que una lectora me haga saber cuánto le ha gustado aquel en el que puse tantas horas de esfuerzo y a quien considero ya parte de mí. Y sin embargo, esa práctica cada vez más difundida de presentarnos al personaje masculino como un ser perfecto, en particular por fuera, con el objetivo de revolotearnos las hormonas a las mujeres, quienes como se sabe somos las mayores consumidoras de novela romántica, pues la verdad no me termina de convencer. Soy una mujer heterosexual en la flor de la treintena, desde luego que encuentro atractivo a un hombre de físico infartante; pero llega un momento en que te saturas con todas esas imágenes y empiezas a preguntarte qué pasa con la protagonista, por ejemplo, de la que a veces se dice poco o nada, o ya que estamos, qué ocurre con la trama, de la que se dice aún menos…



Pero divago con los hombres perfectos, es que ese es un tema que da para mucho y se merece una entrada propia, así que lo dejo ahí y vuelvo al punto de los libros en sí. Decía que además de la ortografía, gramática, la portada y esas cosas, y no digo que no sean importantes, que Dios sabe son primordiales, no puedo evitar preguntarme si no hemos perdido un poco la brújula respecto a lo que en verdad importa en una obra, y es que esta llegue al lector de un modo especial, que le inspire sentimientos, sean buenos o malos, que le remueva algo en el pecho. La historia en sí, ese todo que te provoca amor, odio, o indiferencia.

Y entonces recordé algo que siempre me ha rondado, la idea de si un libro puede tener "alma". Mi respuesta es del todo afirmativa, aunque sé que puede ser un poco raro porque algunos verán a un libro como un objeto inanimado que puede contener historias muy buenas, pero que no deja de ser eso, una "cosa". Pero para mí va mucho más allá, es como un vehículo mediante el cual un autor puede volcar sus emociones y hacer que lleguen a quien tenga la dicha de leerlo.

He leído muy poco en mi vida para lo que desearía y sé que aunque viva mil años nunca podré leer todas las obras que tengo en mi infinita "lista de pendientes", pero me he topado ya con toda clase de libros y, con el tiempo y la experiencia he aprendido a percibir lo que un libro en verdad quiere decir, y lo que simplemente no puede.

Nada me emociona más que un libro "con alma", y llamo así a aquellos que me inspiran emociones. Libros que me hacen reír, llorar, quizá incluso que me enfurecen, que ha pasado, pero todo ello es positivo, porque siento que en verdad "ese libro" ha podido hacerme llegar lo que el autor con tanto cariño deseó transmitir. Entonces, al terminarlos, siento una gran pena porque sé que esa historia ha terminado, pero al mismo tiempo me veo inundada de un profundo cariño porque esa historia ha pasado a formar parte de la persona que soy y allí se quedará por siempre.



Y luego están los pobres libros "sin alma", como les digo, que pueden ser perfectos en muchos detalles, excepto en lo que se refiere a inspirarme algo, lo que sea. Son esos libros que te hacen esbozar la misma sonrisa que le dedicas a un completo extraño en el elevador tan solo como un acto de cortesía, o que te provocan fruncir el ceño como reprimenda a alguien que pasó por tu lado y no pidió permiso. Todas reacciones mecánicas y faltas de corazón. Cuando tengo la mala fortuna de encontrarme con un libro como estos, me siento un poco como Marianne Dashwood, una de las protagonistas de Sentido y sensibilidad, de Jane Austen, que no comprende dónde está el corazón de su hermana Elinor, porque no puede "ver" sus emociones, y al cerrar el libro lo contemplo como un bello cascarón vacío, y pasa sin demora a ocupar un lugar en mi estantería, uno casi olvidado.

Me pregunto, a veces, si el problema no estará en el lector, pero no estoy del todo convencida porque una cosa es que el libro no te guste por una serie de motivos, y otra que simplemente no te inspire ni siquiera eso, desagrado, que al fin y al cabo es una emoción. ¿Qué dicen ustedes? ¿Alguna vez han pensado en un tema como este? ¿Se han hecho estas raras preguntas? ¿Creen en el alma de los libros?

Sobre autores/as que están en la cumbre y sobre los que no llegamos al primer escalón

Muy buenas mis amigos y amigas lectores/as.



Hoy me presento con una entrada algo calentita, y es que en el mundo en el que últimamente me rodeo, veo cosas que o bien, se escapan a mi entendimiento, o me ponen de los nervios.

La mayoría me conocéis, soy una persona tranquila y evito a toda costa cualquier tipo de enfrentamientos, pero no soporto a las personas que van de sobradas por la vida.

Me explico.

Bien es cierto, que no todas las escritoras tenemos buena calidad literaria, no todas escribimos grandes historias, no todas somos cultas y con cuatro carreras universitarias, pero no por ello debemos ser menos.

Voy por la vida, tan tranquila, sin meterme con nadie y entro en Facebook, para una autora que auto-publica, las redes sociales son el mejor modo de poder dar a conocer nuestro trabajo, y procuro frecuentrarlas siempre que tengo algo de tiempo libre.

Me gusta ver y comentar los estados de mis compis.

Hay algunas que sinceramente, se las ve el plumero.

Una autora, publica en su muro, alguna novedad, contenta de compartirla con el resto del mundo, y siempre hay quién en los comentarios deja pullitas publicitarias en plan, "anda, pues vamos a ser compis de editorial", "pues mira, no me acostumbro a estar en el number one", "no suelo mirar el ranking, pero me hace gracia ver que mi novela está junto a la tuya", "pues yo no promociono mis novelas y me salen contratos editoriales como roscos"...
En fin.
Mi mente, que a menudo me da la impresión de que está algo perturbada, piensa (sí, lo sé, es algo extraño, pero de vez en cuando no puedo evitarlo y mi neurona se enfunda el chándal y se pone a hacer ejercicio como una loca), ¿tan necesitada/o estás de atención que andas por ahí dejando clara tu posición en el gremio?

Y luego, por curiosidad, me fijo en su muro, para comprobar si es que la persona en cuestión tenia un día de promo o es así y me encuentro con que es todavía peor.

O aquellas, que en su inmensa sabiduría, modifican un articulo ya escrito por otros y lo dan como propio.Y no se te ocurra comentar lo obvio..



Yo creo en la humildad.

No digo que escribo mejor que nadie, ni lo pretendo. Me basta con saber que me esfuerzo al máximo y procuro hacer bien mi trabajo. No voy pregonando mis victorias, como tampoco mis derrotas, son algo fundamental de la vida. De las victorias, nos queda disfrutar, de las derrotas, aprender. Todo nos viene bien.

Cada autor o autora, tiene su público, siempre hay una novela para una lectora. El criterio, a la hora de escribir, tanto como a la de leer, es  personal.
Lo que a una le ha parecido la mejor novela del siglo, para otra ha sido una porquería. Todo es respetable.

No diré que no me lleno de orgullo cuando una lectora me manda un mensaje y me dice que le encantó mi historia, mi forma de escribir o mis personajes, pero normalmente me lo guardo para mí y lo disfruto en privado.

En esta vida, si algo he aprendido, es que todo es efímero, tanto la fama, como el éxito, como estar hundido en el pozo más profundo y oscuro. Todo, todo, acaba pasándose.
Los que fueron grandes, por unos días, unas horas, unos segundos, acabaron relegados al olvido. Y después, ¿Qué te queda? ¿Seguir rumiando, viviendo de aquél recuerdo?

No, querida. Prefiero seguir en mi línea, pasar desapercibida, ser leída por mi trabajo, por el boca a boca, no por mi "gran autoestima", no por mi "soberbia" o mi capacidad de entender que en el mundo no hay nadie mejor que yo, porque os contaré un secreto, siempre hay alguien mejor, en cualquier parte, en cualquier género, en cualquier trabajo. Por mucho que te esfuerces, puedes llegar a ser buena, reconocida, con cierto prestigio, pero siempre habrá alguien mejor...

No entiendo, y quizá es debido a mi personalidad, a esas personas que se creen lo más de lo más. ¿Eres buena? ¿Vendes millones? Me alegro, lo juro. Pero ten por seguro, que si yo llego a vender millones, no te enterarás por mi persona.

Luego están, las que se piensan que hay clases, los de la época medieval, pero traídas a pleno siglo XXI y, hablo siempre de escritores/as, que es el mundillo en el que me muevo. Los/as que miran por encima del hombro a los que consideran inferiores por ir por libre, o por no publicar con un "gran sello" editorial. Somos como la peste, una plaga difícil de erradicar y que hace mucho daño.

Pues hoy me siento generosa, ahí va otro secreto.

Hay muchas autoras que simplemente no sienten la necesidad de firmar un contrato para seguir escribiendo y publicando, que son muy felices con su estado actual, que disfrutan de la libertad sobres sus obras, sus portadas, sus presentaciones, etc...

Si de algo estoy segura, es de que un sello no te hace mejor escritor/a.

Antes de pensar siquiera en escribir, he leído, muchísimo. Todos los géneros disponibles y a todo autor/a que caía en mis manos. 
He sido una asidua a la biblioteca porque mi falta de recursos no me permitía comprar todas las novelas que podía leer. Han caído entre mis manos tanto joyas literarias, que después de años no puedo olvidar, como novelas tan malas que me costaba un enorme esfuerzo poder terminar, muchos de ellos, autores consagrados, reconocidos, incluso Premios Planeta. Sí, novelas que según iba leyendo mi mente retorcida pensaba, ¿cómo es posible que hayan publicado esto? Pero lo hicieron, "grandes sellos editoriales", concediendo prestigio y beneficios a quién a mi entender, poco merecían. Y desde que me he aficionado al Kindle han caído en mis manos novelas, de autoras noveles, o independientes, o amazonitas, que han conseguido que se me pusiera el bello de punta y mi corazón saltara emocionado en mi pecho, ansioso y contento de poder leer historias tan bien escritas y tan maravillosas.



Lo que quiero decir, después de todo este rollazo, es que la editorial no hace al autor, es el lector el que tiene el poder de subirte a lo más alto o dejarte caer, y es por ellos, y pensando en ellos, que debemos tratar nuestro trabajo con humildad, pues el lector tiene la última palabra sobre nuestro trabajo. El que yo diga que mi novela es original, divertida, marvillosa, con personajes fantásticos,  no la convierte en tal, lo sería si esos adjetivos salen de la boquita de una persona que se ha sentado y ha tenido la molestia de leer mi novela.

Tengo la suerte de estar rodeada de GRANDES AUTORAS, pero muy grandes, con una calidad narrativa que ya la quisieran muchos, que trabajan horas y horas, que luchan, que se esfuerzan, que sacrifican el tiempo que pueden descansar o estar junto a sus familias, para mejorar, para aprender, para trabajar y van por la vida como una más, y cuando les dices lo buenas que son, agachan la mirada y se sonrojan.

Humildad, queridas mías, una palabra olvidada y para muchos vacía, pero que dice mucho de aquellos que la practican.


Por supuesto, esto nada tiene que ver con las que intentamos darnos a conocer por medio de la promoción en el mundo de las redes sociales, promoción no es igual a subidón de egocentrismo, no equivoquemos términos y no me malinterpretéis.

Me despido por hoy, que nadie se de por aludido, que como se ha podido comprobar no hay nombres ni referencias personales, y si te duele, quizá deberías pensar que en esta vida, nadie es más que nadie, por muy buena que seas en lo que haces, o por mucho que destaques. Los dones no nos hacen superiores, nos convierten en seres especiales, y son esos dones los que nos definen, los que nos dan la oportunidad de que los demás nos conozcan y la superación, el esfuerzo, el trabajo, son virtudes.

Y con esto, no quiero dar clases de moralidad, ni nada parecido, no soy nadie para hacerlo, ni creo que deba, solo expongo mi opinión, que como siempre digo, puede coincidir o no, con la tuya, pero que es igual de respetable.